Producción

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Producción de la Pizarra

El proceso de explotación arranca una vez finalizados los estudios geológicos, mineros y geotécnicos,

así como los trabajos de prospección y ensayos sobre muestras que permiten precisar tanto la calidad de la pizarra como el potencial de las reservas del yacimiento.

Existen dos sistemas de explotación: cantera a cielo abierto o minería de interior.

Extracción

Una vez seleccionados
los mejores yacimientos en la cantera,

mediante el empleo de cortadoras de hilo diamantado la
piedra se sierra en grandes bloques de pizarra, los cuales son divididos en trozos más pequeños, llamados “rachones”, los cuales son transportados en camión a las naves de elaboración.

Serrado

El rachón es
serrado hasta ser convertido en bloques

paralelepípedos cuyas dimensiones determinan la medida a fabricar. Estos
bloques son luego distribuidos a los puestos de labrado.

Labrado

El labrado es
la operación manual

en la cual los labradores, con ayuda de cuñas,
cincel y martillo, abren en láminas cada bloque aprovechando los planos de exfoliación de la pizarra. Hoy en día también se emplean máquinas laminadoras para realizar este proceso.

Cortado y Biselado

En esta etapa las láminas de pizarra se adaptan a los distintos formatos y medidas

comerciales mediante el biselado de los cantos de cada pieza para minimizar el efecto capilar y facilitar el deslizamiento del agua por la pizarra una vez colocada en la cubierta.

Actualmente, este proceso se ha automatizado, utilizando para ello máquinas automáticas que cortan y taladran la pizarra.

Selección y embalaje

Después del cortado,

cada pizarra pasa por un proceso de selección que determina su clasificación comercial, en función de criterios tanto técnicos como estéticos.

Tras su clasificación, las pizarras se embalan en paletas de madera para su almacenamiento y transporte. En cada paleta se marca la clasificación correspondiente y se coloca una etiqueta con información técnica del producto.
Pizarras

Clasificaciones comerciales de
la pizarra

Como ya se ha dicho, al final del proceso
de selección las canteras clasifican sus pizarras en diferentes "calidades".

Como no existe al respecto ninguna referencia objetiva, hay poca coherencia en el mercado a la hora de definir las características de una clasificación determinada.

Nuestros clientes disponen de una mayor transparencia al seleccionar nuestros productos, ya que todas las pizarras que comercializa PMG se clasifican y embalan separadamente en sus correspondientes palés, los cuales van debidamente rotulados con la calificación comercial de cada producto.

Nuestro éxito se basa en la calidad y la rigurosa selección de nuestros productos, certificados en los países más exigentes por sus prestaciones demostradas en todas las condiciones climáticas.